Con esta edición América XXI completa cuatro años de existencia. En el mismo período, la Revolución Bolivariana de Venezuela transcreció hasta plantarse ante el mundo como nuevo paradigma de socialismo para el siglo XXI. América Latina se dio vuelta como un guante. El avance sistemático de la crisis, corporizada en el crimen sin límites de Estados Unidos en Irak y la amenaza inminente a Irán, mostró al mundo que el capitalismo en su fase imperialista está exhausto y pone en riesgo el futuro de la humanidad.
En desigual esfuerzo por informar e interpretar este ritmo vertiginoso, la revista atravesó tres etapas marcadamente diferentes. En la primera se trataba de afirmar un criterio político-periodístico y armar una red internacional de colaboradores, con salida regular cada dos meses. Se logró el objetivo y el plan echó raíces. Sin embargo, problemas materiales –la muy difícil tarea de organizar la llegada a varios países, sin recursos y exclusivamente con trabajo voluntario en todos los tramos de la producción y distribución- impidieron una aparición regular rigurosa. Esto se agravó en la fase siguiente, cuando se presentaron dificultades imprevistas. “Lo viejo tiende a renacer en la nueva forma que crece”, aseguró Marx. Y ocurrió. América XXI bordeó el riesgo de extinción a mediados de 2005. Privó sin embargo la perseverancia y en la tercera fase, ya saneada y recompuesta la base económica, fue posible cumplir con el plan de edición mensual, aumento en la escala de la distribución y llegada a más países.
Afianzamiento
Desde inicios de 2006 América XXI aparece invariablemente el primer jueves de cada mes y, con eje en Venezuela y Argentina, se distribuye a otros ocho países, aunque sólo tres de ellos –Uruguay, Bolivia y Ecuador- reciben cantidades suficientes como para llegar más allá de círculos limitados a dirigencias políticas y sindicales, intelectuales, estudiantes y comunicadores.
Las metas durante 2007 son: llegar regularmente a 15 países; multiplicar la distribución en Venezuela, Bolivia y Ecuador; tener más corresponsalías en todo el mundo; potenciar las suscripciones, individuales y colectivas.
En otro orden y con el propósito de debatir los temas dominantes de la actualidad suramericana y mundial, se realizarán mensualmente Foros de América XXI. Inicialmente en Buenos Aires y Caracas; luego en Montevideo, La Paz y Quito, tan pronto como sea posible.
Estos objetivos requieren consolidar la sustentación económica regular de América XXI, condición aún no garantizada, como cabe suponer de una publicación sin capital propio, contrapuesta al lucro, que sin embargo debe moverse en un ámbito eminentemente comercial. Es una tarea por cumplir y siempre, como desde el número 1, el riesgo de ahogo está presente.
De usted lectora, de usted lector, depende que las nuevas metas sean alcanzadas.
Objetivos malogrados
Dos propósitos fundamentales del plan inicial no pudieron ser alcanzados. Uno, la imbricación cotidiana de la Redacción con las por entonces nacientes estructuras de base a las que daba lugar la Revolución Bolivariana. No fue posible, pese a los esfuerzos, crear un nexo estable entre ese movimiento vivo y la tarea de producción de la revista. El otro, la constitución de un Consejo Consultivo Continental, instancia pensada como fuente de “moral y luces”, a partir de la cual este medio pudiese encarnar esa inaplazable necesidad de la coyuntura histórica. Uno y otro continúan siendo motivo de desvelo para América XXI. Y quedan replanteados con mayor vigencia y viabilidad en la situación actual de la región.
Una de las razones que impidieron la consecución de aquellos objetivos, es sin embargo motivo de orgullo y reivindicación. Para explicarlo, vale recordar el acto de presentación de la revista, el 8 de mayo de 2003 en el Teatro Municipal de Caracas. Colmaban el Coliseo más de mil personas y un presidium de nombres elocuentes: José Vicente Rangel (Vicepresidente de la República), Nora Uribe (ministra de Comunicación e Información), María Urbaneja (ministra de Salud y Desarrollo Social), Ana Elisa Osorio (ministra de Ambiente y Recursos Naturales), Adina Bastidas (Vicepresidenta de CADIVI), (Víctor Álvarez) viceministro de Industrias), Ernesto Villegas (Periodista), Rodrigo Chávez (coordinador nacional de los Círculos Bolivarianos), Guillermo García Ponce (Presidente del Comando Político de la Revolución).
Ante ellos, el Director de la revista hizo entre otros un compromiso formal:
“América XXI no nace como expresión de una parcialidad y sólo será portavoz de un partido cuando los pueblos latinoamericanos logren construir el suyo propio”.
Sostener ese compromiso provocó desencantos y reacciones aviesas. Pero al cabo de cuatro años, América XXI está presente en el momento en que un pueblo, el venezolano, logra construir su propio partido. Se trata ahora de cumplir la segunda parte del compromiso con el mismo rigor aplicado a la primera.